Aumentar los ingresos en 25% y facturar R$ 25 millones son las metas del emprendedor Fritz Paixão, de 36 años, para 2021. Él es el propietario de CleanNew, franquicia de limpieza de tapicería y blindaje, con operaciones en los Estados Unidos (Miami y Orlando), Colombia (Barranquilla, Bogotá, Cali) y Argentina (Buenos Aires), además de Brasil, donde se concentra la mayor parte de la red.
Pero se equivocan quienes piensan que el empresario siempre ha seguido el camino de los negocios. El gusto por el deporte en la adolescencia llevó a Fritz a buscar conocimientos en medicina y optó por licenciarse en fisioterapia. Sin embargo, la dificultad del mercado en la profesión elegida le hizo revisar su trayectoria profesional.
En 2009, un año después de terminar sus estudios universitarios en Salvador, decidió probar suerte como actor en Río de Janeiro. Tras mucho esfuerzo, consiguió un espacio como presentador de Operação S2, un reality del canal Multishow sobre relaciones de pareja. Sin embargo, pocos meses después, el programa terminó y Paixão fue despedido. Desanimado por buscar un lugar en el escenario, prefirió volver a Bahía, su lugar de nacimiento.
Allí conoció a su novia y actual esposa, Lais Paixão. A raíz de la relación, decidió comprar una propiedad y comprendió que necesitaría una nueva fuente de ingresos si quería llevar una vida cómoda. "Compré el piso sin tener dinero para pagarlo. Tenía un año para reunir el dinero, abrir un negocio y empezar a pagar las cuotas", explica.
La solución fue lavar coches en un lujoso condominio de Salvador, enfocado específicamente al público femenino. "Antes existía la cultura de que los hombres llevaran el coche a lavar antes del fútbol o antes de los compromisos familiares de los fines de semana. Pero no las mujeres. Así que, con un servicio diferenciado, ésta fue nuestra estrategia", afirma.
Sin embargo, surgió una nueva dificultad: los condominios no permitían el lavado de coches fuera del horario comercial. Entró en juego la persuasión adquirida en la época del teatro en Río de Janeiro. "Tuve que conocer a los residentes, jugar al tenis y charlar, para organizar una convención y poner nuestro servicio en el acta del edificio", recuerda.
Lo consiguió y, en octubre de 2015, atendió al primer condominio. Con la confianza de los residentes del lugar y el poder del boca a boca, en cuatro meses llegó a otros cinco edificios de alto standing y atendió a unos 500 clientes.
Fuente: revistapegn.globo.com
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